Qué hay detrás de la producción de rábano.

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Esta hortaliza pertenece a la familia de las crucíferas, y puede cosecharse en aproximadamente un mes y medio después de su siembra. Aunque en el caso de los rábanos medianos, tardarán un promedio de 10 días más que los anteriores. Y los grandes se recogen a los 70 días.

Entre las bondades de este cultivo destaca que sus semillas pueden germinar en suelos o macetas, con una profundidad mínima de 10 centímetros; aunque cuando se cultivan se recomienda hacerlo en pequeños surcos con una profundidad de 1 a 1.5 centímetros, dejando de 8 a 12 centímetros entre ellos.

Usualmente se adapta a cualquier tipo de suelo, sin embargo, prefiere los profundos, arcillosos y neutros. El pH debe oscilar entre 5.5 y 6.8, dado que no tolera la salinidad. Además, prefiere los climas templados, teniendo en cuenta que hay que proteger al cultivo durante las épocas de elevadas temperaturas.

Entre las bondades del consumo de rábano está su alto valor nutrimental, ya que dota de vitamina C (que actúa como antioxidante), potasio (vital para la actividad muscular y nerviosa) y yodo (indispensable para el funcionamiento de la tiroides).

Sumado a ello, tiene un bajo aporte calórico, debido a su alto nivel de agua, por lo que consumirlo en ensaladas o como refrigerio es una opción económica, barata y sencilla cuando se busca cuidar el peso.

A nivel nacional, en 2022 se tuvo una producción de más de 45 mil toneladas, y se cosecharon dos mil 302 hectáreas. Su cultivo se da en 18 entidades del país, siendo Puebla, Jalisco y Baja California líderes en su producción.

FUENTE: https://www.gob.mx/agricultura/articulos/que-hay-detras-de-la-produccion-de-rabano?idiom=es