No solo añaden belleza a nuestro entorno, sino que también desempeñan un papel crucial en la prestación de servicios ambientales y en nuestra alimentación.
Las cactáceas son plantas con espinas que encuentras en los desiertos mexicanos. Son verdaderas sobrevivientes, capaces de almacenar agua en sus tejidos para sobrevivir en lugares secos. Algunas de las más famosas son el nopal, el peyote y el saguaro, ¡pero hay muchas más!
Debido a su importancia en México, el Senado de la República decidió que el 10 de octubre es el Día Nacional de las Cactáceas y es que el país ocupa el primer lugar en el mundo en concentración de cactáceas, por ello se les reconocen sus funciones, como dar estructura a sistemas desérticos, refugio a especies animales y alimento a los humanos.
Las cactáceas hacen mucho más que verse bonitas en el desierto. Sus raíces evitan que el suelo se erosione y ayudan a retener el agua, lo que beneficia a todo el ecosistema. También proporcionan refugio y comida a la fauna del desierto, como pájaros y pequeños mamíferos. Así que, cuando ves una cactácea, estás mirando a una superheroína del desierto.
Alimentación y nutrición
El nopal, también conocido como la penca, es una cactácea ampliamente consumida en México. Sus cladodios (pencas) son comestibles y se utilizan en una variedad de platillos tradicionales. Son una excelente fuente de fibra, antioxidantes, y vitaminas como la vitamina C y la vitamina A. Además, el nopal es bajo en calorías y ayuda a regular el azúcar en la sangre, lo que lo convierte en una opción saludable para quienes buscan mantener una dieta equilibrada.
Curiosidades sobre las cactáceas
*El peyote, una cactácea, ha sido usado en rituales por culturas indígenas en México durante siglos. ¡Es una planta mágica!
*El saguaro, uno de los cactus más altos del mundo, es como el abuelo de las cactáceas. Puede vivir hasta 200 años y almacenar miles de litros de agua.
*En México, ¡tenemos más de 600 especies de cactáceas! Somos un paraíso cactusero.
Las cactáceas desempeñan un papel fundamental en la agricultura de regiones áridas y semiáridas, ofreciendo una serie de ventajas tanto económicas como ambientales. Su resistencia a la sequía, su valor nutricional y su versatilidad hacen que sean un recurso valioso para los agricultores y las comunidades locales, contribuyendo a la seguridad alimentaria y al desarrollo sostenible en estas áreas.
